¿Es la primera vez que bebe Scoby Kombucha? Puede que también estés incursionando en el kéfir de agua. Hoy nos centraremos en el héroe gelatinoso, el Scoby Kombucha. Estás en el lugar adecuado si no sabes cómo mantener tu SCOBY tan en forma como un violín.
Recuerda que tu SCOBY (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras) es un organismo vivo. Una comunidad de levaduras, bacterias y otros microorganismos que se alimentan de azúcar y té. Imagina que es tu mascota. Puede ser muy diferente a tu cachorro, pero merece el mismo cariño y cuidados. No lo escondas en el rincón más oscuro. Dale un lugar donde pueda desarrollarse.
La hidratación es esencial. Las SCOBY necesitan té dulce, igual que los humanos. Manténgalo sumergido con suficiente té de inicio, o kombucha terminada. Imagínatelo como un hábitat natural para el SCOBY, un lugar donde pueda sentirse seguro. Podrías acabar con un SCOBY triste y seco. Y eso es algo que nadie quiere.
Otro factor importante es la temperatura. Debes encontrar un lugar cálido, entre 72 y 78 grados Fahrenheit. Si está demasiado frío, se ralentizará. Si está demasiado caliente, se convertirá en una masa pegajosa. Es un poco como Ricitos de Oro. ¿Quizá ese lugar soleado cerca de la cocina o en la encimera?
Puede que no te des cuenta de lo importante que es la ventilación. Cubre el tarro de fermentación con una tela transpirable y una goma elástica. Esto mantendrá alejadas las plagas no deseadas, como las moscas de la fruta o el polvo. Evite las tapas herméticas. Su SCOBY debe poder respirar.
También tu SCOBY debe comer sano. Té (preferiblemente verde o negro) y azúcar son los ingredientes básicos. Más adelante, cuando tengas más experiencia, prueba tés de fantasía con aromatizantes. De momento, limítate a los clásicos. Tu SCOBY te lo agradecerá.